El novel jinete Casteliano que se abre paso por la hípica nacional

El integrante de nuestra gran Familia Casteliana, Tomás Seith Hughes, se encuentra desarrollando una promisoria carrera en el mundo de la hípica en Concepción “Un día dije que quería ser el mejor jinete”, expresó el exalumno de nuestro colegio. “Lo que hago que es un don que me dio Dios y ahora solamente hay que pulirlo” agregó.

Tomás comenzó a cimentar este sueño de ser jinete en una hermosa relación con su abuelo desde muy pequeño, siempre luchó por alcanzar sus metas, “el que tenga sueños… que los cumpla, querer es poder” es uno de los mensajes que les deja las nuevas generaciones castelianas.

Cabe destacar que en su primera temporada como profesional recibió el premio al “Mejor Jinete Aprendiz” del año 2021 gracias a sus 28 carreras ganadas en sus primeros 6 meses como profesional. Y, en esta sección de Exalumnos Castelianos, Tomás nos relata cómo ha sido su vida en el mundo de las carreras de caballos, su camino para llegar ahí, sus sacrificios, sus metas, su relación familiar y, por supuesto, su paso por nuestra institución.

Los inicios

Cuéntanos un poco cómo conociste la hípica y al mundo de los caballos

“Mi apego por la hípica es gracias a mi abuelo, ya que él fue jinete entre 1954 a 1962 aproximadamente. Él fue quien me llevaba a ver las carreras y jugábamos a ser jinetes cuando yo era un niño, hasta que falleció.

De pequeño me arrancaba de mi madre para poder ver las carreras o estar cerca de los caballos. Siempre fue mi sueño. Mi abuelo me heredó la pasión por esta actividad”.

¿Cómo fue tu relación con tu abuelo?

“Siempre estuvo conmigo en todas, dormía con él y con mi abuela, me hacia la leche, tengo recuerdos muy bonitos de él, lo extraño mucho y daría cualquier cosa por tenerlo conmigo de nuevo. Él me cuidaba cuando mi mamá trabajaba, ahí me entretenía enseñándome a montar en un muro de la casa”.

¿Cómo ha sido tu relación familiar en este camino que te estas abriendo?

“Nos unimos más todavía, más de lo que éramos. El ser jinete me cambió la vida, fue algo que siempre quise y anhelé desde pequeño. Le decía a mi mamá que no era bueno para el estudio y que no sacaba nada en pagar la universidad si yo no lo iba a hacer de buena manera. Yo le pedía, le suplicaba que me dejara ser jinete. Y, gracias a Dios, dejó que yo pudiese cumplir mis seños. Un día le dije que quería ser el mejor en esto y así se lo estoy demostrando día a día. Los resultados de las carreras se van notando y se dan cuenta.

Además, es una alegría para ellos también, ya que me apoyan. El estar lejos de ellos igual me ha perjudicado ya que no es fácil estar lejos de ellos”.

Un compañero, un amigo; su paso por el Colegio Casteliano

¿Cómo fueron tus años en nuestro Colegio Casteliano?

“Eran pocas las veces que faltaba, en ese sentido fui un buen alumno. Mi relación con profesores y compañeros en el colegio era muy buena, trataba de llegar de la mejor forma con todos. Igual uno era un poco desordenado, inquieto (risas), así que tenían bastante paciencia con uno. Pero… siempre tuve y sigo teniendo buena comunicación con todos.

El colegio me ayudó harto a alcanzar este sueño. En esta profesión es importante hablar bien y comunicarse bien con las personas, ya que somos profesionales públicos y hay mucha gente alrededor de nosotros en cada carrera”.

¿Tienes alguna anécdota?

“Yo era remaldadoso, pero un maldadoso bueno si, jajaja, inquieto en realidad, jugaba mucho a la pelota. En septiembre yo pasaba en los shows con bailes tradicionales del 18, bailaba cueca. En general lo pasábamos muy bien”.

Recuerdos de algunos profesores, alguien que te haya dejado alguna enseñanza

“Varios, me acuerdo que en ese tiempo Gonzalo Maureira me tenía derechito, como se dice, ya que es un profesor estricto. Pero si uno lo conoce bien, es un buen profesor… le toca el corazón como se dice.

El otro profesor fue el profesor Pablo. Yo creo que el profesor de educación física fue el que más me apoyó. Ya que fue el primero que me dijo que le diera para adelante, ya que todos me decían que me iba a costar por el peso, yo pesaba 63 kilos y el me aconsejaba harto y me apoyaba… y hasta el día de hoy. Así que muy agradecido. Pero de todos en general, de todos se rescata algo”.

El mundo de la Hipica

Cuéntanos un poco, para quienes no sabemos mucho sobre el mundo de las carreras de caballo ¿Cómo es la preparación de un jinete?

“Un jinete se prepara primero con un buen desayuno saludable, pero alto en calorías para así tener fuerzas para galopar o entrenar a cada caballo por las mañanas. Cada jinete debe pesar 53 kilos como mínimo. Tomamos mucha agua, para no deshidratarnos y botar el líquido de nuestro cuerpo a la hora de hacer nuestra actividad física diaria” (ejercicios o competir en las jornadas de carreras).

Cómo es la vida de un jinete

“La vida de un jinete es sacrificada, tanto en lo personal como en lo laboral, es una profesión de alto riesgo.

Nos levantamos todas las mañanas a las 7:00, de lunes a sábado y los domingos dependiendo si hay que trabajar algún caballo para la carrera de la semana también. Galopamos los caballos hasta máximo las 12:00 para luego por la tarde empezar una jornada de carreras”.

¿Cómo viviste tu primera carrera?

“Con tranquilidad, llegue penúltimo en mi debut, trate te hacer las cosas que aprendí en mi etapa de preparación. Estuve 2 años aprendiendo lo necesario para que me dieran la patente de jinete, no es de un día para otro. Y pude ganar en mi tercera competencia del mismo día del debut con la yegua Seattle Zulú el martes 13 de abril del 2021”.

¿Cómo te proyectas en lo profesional y personal?

“Tengo grandes metas y quiero destacar haciendo lo que hago que es un don que me dio Dios y solamente ahora hay que pulirlo.

Quiero correr la carrera Grupo 1, El Derby, estar presente es un sueño para cualquier colega, ya que no cualquiera la corre. Seguir mi profesión en otros países también es una de mis metas, ya que en el extranjero se valora más mi profesión”.

Siempre hay sacrificios para alcanzar las metas ¿Cuáles son los que tuviste que hacer tu?

“El sacrificio más grande fue salir de casa y alejarme un poco de mi familia, ya que me he perdido muchos momentos junto a ellos. Lo otro es dedicarse al 100% a mi profesión, es una rutina del día a día, sobre todo a mí que me cuesta mantener el peso adecuado de 53 kilos para poder correr”.

Finalmente, ¿tienes algún mensaje para la Familia Casteliana, para las nuevas generaciones?

“Principalmente que sean buenas personas, buenos estudiantes. En el día a día se van a dar cuenta que la vida no es fácil. Que cuando salgan de cuarto medio ojalá sean gente madura, que piense con frialdad lo que van a hacer para su futuro. Que luche por sus sueños. El que tenga sueños… que los cumpla. El querer es poder, se los digo yo que nadie daba un peso por mí, luché tanto por hacer lo que hago, que se logró y el día que lo cumplan se van a sentir personas totalmente realizadas.

Un saludo a todos, a los profesores que eran de mi generación y un abrazo a todos y siempre agradecido del Colegio Casteliano”.

¿Qué es un stud?

Un Stud, son los colores o chaquetilla que ocupa cada jinete en una carrera dependiendo del dueño de cada caballo para así también diferenciarlos en la pista de carreras en cada competencia.